Un amortiguador, sin ningún muelle acoplado, puede rebotar. Este efecto lo consigue la membrana de goma en forma de campana que colocamos en la tapa superior. Esta membrana tiene como función separar la burbuja de aire que se forma en su interior, del aceite contenido en el amortiguador.
El aire es compresible, por lo que cuando el amortiguador sube la membrana comprime el aire de la burbuja que hay sobre ella. Una vez que la presión deja de ser efectiva, el aire tiende a recuperar su forma, haciendo que la membrana se hinche, lo que provoca que el pistón se mueva suavemente hacia abajo, extendiendo el amortiguador.
El rebote se configura por llenado del aceite en el tubo del amortiguador, cuanto más lleno, más rebote. Hay pilotos que piensan que un ligero rebote hace que sus amortiguadores recuperen de forma más natural su extensión, entre ellos quizá el más famoso es el campeón del mundo Ryan Maker, que configura sus amortiguadores con un rebote de 3mm. Otros pensamos que es preferible controlar el rebote únicamente con el muelle.
Configurar el rebote, es una cuestión inicialmente de prueba y error. Llena el amortiguador hasta un punto, coloca la membrana y ciérralo. Sube el pistón a tope y observa cuanto baja. Esa distancia es el rebote que has configurado.
Lo que queda es conseguir el mismo rebote en el otro amortiguador. Ten en cuenta, que no hablamos de una ciencia exacta, más menos 0,5mm es más que aceptable como tolerancia.
En casos extremos, algunos pilotos usan una esponja en el interior de la burbuja, de forma que la esponja ayude en el efecto de recuperación. Naturalmente la esponja debe estar hecha de un material que recupere su forma con facilidad. Con esponja el efecto de rebote es más rápido, confiriendo al coche una capacidad de respuesta mayor con el amortiguador presionado.
La esponja se usa en pistas muy bacheadas, pero sobre todo, si los baches están en las curvas rápidas ! Mantener el coche controlado en una curva rápida puede ser la diferencia entre ganar o no una carrera.
Para configurar un amortiguador con cero rebote debes llenarlo hasta arriba de aceite, colocar la membrana encima y llevar el pistón hasta su posición superior. A continuación de lo que se trata es de extraer todo el aceite sobrante, para ello debes presionar con un destornillador la membrana, de forma que recupere su forma y se asiente completa en el interior del amortiguador. Esto dejará salir todo el aceite de sobra, límpialo y ciérralo.
Para conseguir el mismo efecto, aunque en este caso con una respuesta más rápida que con el uso de la esponja, algunos fabricantes proporcionan muelles con tarados (o factor K) progresivos. La idea aquí es la misma: tratar de mantener una suspensión operativa cuando el amortiguador trabaja en el rango más alto de su recorrido.